
No hay duda que cuando se escribe sobre la experiencia en un crucero, se tiende a usar palabras tan glamorosas como “elegancia”, “encanto”, “belleza” y todos esos sinónimos que hacen que la mayoría terminen enamorados de la imagen idílica que conlleva estar embarcados. Cuando se escribe sobre cruceros, ahí quienes lo hacen de una forma que muchos no piensan en la realidad tras bastidores.
No me equivoco si digo que tendrás la oportunidad de ir a destinos lo bastante exóticos como para seguir laborando en un crucero por varios años, además de ganar dinero libre de impuestos y ahorrar lo suficiente para viajar de sobra durante tus vacaciones, pero todo tiene un precio.
Luego de un tiempo (sea la posición para la que trabajes) caerás en cuenta que el asunto es bastante distinta a lo que te imaginabas. Estarás laborando en un promedio de 10 a 12 horas todos los días en lo que estés a bordo, y tendrás a alguien de otro país que viene a hacer las de supervisor cuyo carácter puede que no sea el mejor, aunque claro que esto dependerá de cada persona.
Está demás decir que las jornadas son largas e incluyen descansos de por medio como para que el entorno luzca lo “menos esclavizante” posible. Desde ya te informo que si odias la rutina, las órdenes al pie de la letra, la claustrofobia, estar rodeado de gente, pero aun así tienes deseos de trabajar en un crucero y viajar por el mundo, como por ejemplo:cruceros por el caribe, cruceros a brasil, lamento decirte que la vida a bordo no es para ti.
Además, el encierro de estar en un barco por tanto tiempo, no te dejará loco, pero si lo bastante aburrido al punto de odiar por momentos el trabajo que haces. A veces pasará por tu mente la idea de porque tomaste la decisión de aventurarte en altamar. ¿Te mencioné que los camarotes de la tripulación son espacios pequeños al mejor estilo de una prisión? Ni hablar de los baños, cuyos tamaños son más reducidos todavía.
Lo más interesante es que si llegas a enfermarte, te ponen en cuarentena en tu habitación, sin permiso a salir, hasta que te mejores. Un poco drástico, pero todo por la salud.
Hablaré de la vida privada a bordo. ¿Existe eso de tener tu propio espacio? Me atrevo a decir que en pocas raciones. Dada la naturaleza del ambiente laboral, tu vida girará en torno a las personas que te rodean. No puedes darte el lujo de decir que quieres trabajar solo. Eso es imposible, y más si es obligatorio que trates con huéspedes a toda hora, por lo que debes ser lo bastante social si deseas llegar a fin de mes.
Un detalle que muchos desconocen antes de embarcarse y asumen mal es pensar que pueden bajarse cada vez que el barco haga parada en un puerto. Que salgas a conocer dependerá en gran parte del puesto que ocupes. Si trabajas en posiciones del casino, entretenimiento o bar (sólo por mencionar unas cuantas) tendrán más disponibilidad de salir que quienes laboran en limpieza u hotelería.
Una vez en tierra, podrás usar todo el tiempo que la nave esté anclada en el puerto para recorrer el lugar que visitas y sus alrededores. Siempre debes estar pendiente de ver el reloj para que no te pases de la hora o, de lo contrario, te deja el barco. Así de simple como lo lees.
En las horas que estés fuera de servicio podrás distraerte, ya sea yendo al gimnasio, bares y discotecas designados exclusivos para la tripulación. Si te consideras fiestero, puede que te acostumbres a parrandear hasta tarde en las fiestas y actividades temáticas que se realizan cada semana. Por otro lado, olvídate de socializar con los pasajeros en tu rato libre porque es prohibido estar en las áreas de los huéspedes. Sonará a regla absurda, pero así es y toca cumplirla si no quieres tener problemas con tus superiores.
Como dice la frase “después de la tormenta viene la calma”, así mismo es cuando terminas tu temporada. Te vas con todo el dinero ganado, habrás entablado amistad con gente de otras partes del mundo y tendrás la enorme satisfacción de haber resistido tanto tiempo a bordo. En el mejor de los casos y si te gustó la experiencia del crucero, puedes regresar y aplicar para otra posición que vaya más de acorde a tus gustos.
Este post lo quise escribir con un tono algo crudo, pero ese es el objetivo; que el que desea embarcarse y conocer se haga la idea que no va a estar de vacaciones por los 7 mares de lo más relajado. Con todo y los momentos laboriosos del día a día, los malos ratos que podrás tener u otro tipo de inconveniente, no te olvides por un segundo que estás allí por cumplir tu meta viajera: conocer el mundo. Esto último grábatelo como un mantra y verás que cualquier impedimento a bordo lo asimilarás de la mejor forma posible.
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