
Alexander García, quien distribuye accesorios para motos, explicó que en el mercado hay cascos de diferentes materiales. Entre los más caros está el de fibra de carbono. Su precio oscila entre los US$500 y US$800. Los de fibra de vidrio y los plásticos son los más populares en Nicaragua.

“El problema del casco plástico es su fragilidad. Se te cae y se parte en dos, así que podés imaginar lo que puede suceder en un accidente”, agregó.
Indicó que en el interior lo que traen es simple poroplast, por lo que considera que es solo un casco para evitar la multa, pero que protege poco.
El de fibra de vidrio es hasta cuatro veces más resistente y acolchonado, aunque el valor es el doble del casco de plástico.
Entre las certificaciones internacionales más importantes se encuentran la DOT, ECE, Sharp y Snell.
“Para reconocer un casco de calidad se debe ver la parte trasera, la más común en Nicaragua es la certificación DOT, que te asegura que el casco cumple con los estándares requeridos por el Departamento de Transporte de Estados Unidos”, especificó García.
En la parte trasera del accesorio se puede distinguir las siglas, aún y cuando es una mala copia china, cuya calcomanía es fácil de remover con la uña.
EL USO
Miguel Lorío, entrenador de casco motocross, consideró que hay diversos tipos de casco para motociclistas, sin embargo advirtió que si no se sabe usar, ni aunque sea el mejor casco del mundo servirá.
Básicamente se pueden distinguir tres tipos de cascos: los integrales, que cubren toda la cabeza; los jet, similares a los de aviación, que exponen cara y barbilla; y los convertibles, con barbilla desmontable.
Lorío recomendó usar el casco integral por cubrir toda la cabeza, “pero ni san casco te salvará si chocas a 120 kilómetros por hora porque un impacto severo o te desnuca o te desprende los órganos internos”.
Indicó que hay muchos jóvenes conduciendo motocicletas, pero que no saben frenar porque nadie les enseña. “La llanta trasera debe tener un máximo de 26 libras de presión y la delantera 24, pero la mayoría le ponen 30 a ambas.
Esto hace que la presión a los lados de la llanta reduzca la superficie de agarre y tenga el grosor de apenas un dedo de ancho. Así, cuando frenas, la moto fácilmente se desliza. Otra cosa es que no están usando los frenos delanteros y traseros”, explicó el especialista en cascos de motocross, quien consideró que una escuela de manejo de moto podría salvarle la vida a muchas personas.
Recordó a los motociclistas que todo casco tiene fecha de vencimiento e incluso los de fibra de vidrio más duradero tienen una vida útil. Se les puede dar mantenimiento por higiene, pero no le alargan la vida.
“Otra recomendación es comprar cascos de motos si es posible blancos, en primer lugar refleja el sol y reduce el calor, y por otro lado hay más probabilidades que un conductor te distinga en la noche. Aunque tengan luces de stop, es un atentado salir en la noche con una moto negra y casco negro”, alegó Lorío.